Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (PEID)

Los pequeños Estados insulares en desarrollo tienen características físicas, demográficas y económicas especiales. Sus áreas reducidas, la escasez de recursos naturales (tierras cultivables, agua dulce, minerales y fuentes de energía convencionales), la complejidad geológica y Orogénico, el aislamiento y la naturaleza generalizada de sus territorios, y la exposición a los desastres naturales (tifones, huracanes, ciclones, terremotos, volcánica erupciones y tsunamis) complican la evaluación, desarrollo y gestión de los recursos de agua dulce disponibles. Los condiciones geofísicos de muchas pequeñas islas dejan expuestos no sólo a condiciones climatológicas extremas y eventos sísmicos, pero también y de manera más crítica para los períodos de baja recarga y los impactos ambientales adversos, la contaminación, intrusión salina, la erosión del suelo y la pérdida de masa.

Islas pequeñas tienen opciones limitadas para desarrollar sus recursos de agua dulce. La corta duración de la circulación de las aguas superficiales en las islas pequeñas limita los métodos disponibles para utilizarlos. Ocurrencias de agua subterránea dependen altamente de los eventos regulares de recarga. La naturaleza dinámica de estos sucesos se refleja por la recesión caudal base rápida y flujo de agua subterránea en ambas pilas volcánicas y atolones. 

El agua subterránea se produce en dos tipos de acuíferos principales: basales y posados. Acuíferos posados normalmente se producen en las capas de confinamiento horizontales pero también pueden ser retenidos en los compartimentos de serie o diques volcánicos verticales. Algunos acuíferos posados están bajo presión artesiana. Las lentes basales pueden ocurrir en islas altas y bajas en forma de acuíferos costeros de agua dulce o lentes superpuestas al agua de mar. Algunos de estos lentes de agua dulce pueden ser de más de 20 metros de espesor; en pequeñas islas coralinas bajas, espejos de agua dulce son mucho más delgados. En la frontera de la lente de agua dulce y el agua de mar una zona de transición de agua salina existe. El espesor de la zona de transición depende tanto de las condiciones naturales (permeabilidad de la formación geológica, fluctuaciones de la marea y de recarga) y las influencias artificiales (extracción inducida por el hombre). Ni las zonas de agua dulce ni la de transición son de espesor constante; varían en el espacio a través de islas y temporalmente, según las influencias climáticas en los patrones de lluvia.